POV Nathan:
El tablero de formica desconchado se sentía áspero bajo mis codos.
Fuera de la ventana mugrienta de este apartamento de tercera que Manuel había encontrado, el horizonte de la ciudad era una silueta distante y burlona.
Aquí no hay vistas de penthouse. Solo pintura descascarillada, el olor persistente a tabaco rancio y el constante goteo, goteo, goteo de un grifo que perdía en el fregadero de la cocinita – una banda sonora apropiada para los restos de mi vida.
Después de dejar inconsciente a James Wei en su despacho de Nueva York, había hecho esa llamada frenética a Campbell, pensando que podría usar lo que sabía, quiz&aa