El escucharlo decir algo como eso, solo le hacía temer lo peor. Por desgracia, no se trataba tan solo de una sospecha, sino que estaba segura de lo que pretendía.

Le gustaría poder decir que, en efecto, lo único que su padre buscaba era la felicidad de sus hijas. Infortunadamente eso no era verdad, lo conocía y sabía que lo único que deseaba era su propio bien, su beneficio y para lograrlo estaría dispuesto a sacrificarlas a ambas sin dudarlo.

Ya lo había hecho con ella, sin importarle su sufrimiento o el destino que podía tener. Pagaba las consecuencias por eso y no se encontraba dispuesta a permitir que Harriet viviera ni una mínima parte de lo que ella.

—No dejare que use a mi hermana de un modo tan cruel como ese —le aseguro.

—Are lo necesario para alcanzar mi objetivo y si para lograrlo debo venderla, entonces no lo dudare —afirmo con total resoluci&o