Catherine no tenía idea de que era lo que había sucedido, pero sin duda había sido grave. Lo cierto es que no había podido pasar desapercibido el hecho de que sus manos se encontraban igualmente heridas, tenía los nudillos en carne viva; sin duda a causa de una pelea.
Thomas se sorprendió cuando ella tomo sus manos y trato de alejarla. Sin embargo, no se lo permitió.
—Déjame —le pidió, comenzando a limpiarlas con igual de esmero y cuidado.
—Esto no te ayudara —le aseguro, creyendo entender la motivación detrás de sus acciones.
Sus palabras lo dejaron confundido y es que lo habían tomado por sorpresa.
—Entiendo lo que sientes, se que este dolor es demasiado grande algunas veces; pero esta no es la solución. No ara más que adormecer el dolor por un momento, pero este seguir&aac