POR GIULLIANA
Estaba jugando junto a Ángel tratando de sonreír por él, aunque por dentro estaba destrozada y lo único que quería era llorar, pero debía ser fuerte por mi hijo.
— Niña, tienes una llamada
— Gracias — Tomé el teléfono y hablé — diga — Nadie hablaba, solo se sentía música— ¿Quién es?
— ¿Recuerdas esta música? — no reconocía la voz, pero si la melodía de fondo, era la misma que bailé el día de mi matrimonio con Ernesto. — El pasado siempre vuelve
— ¡¿Quién es?!
— El pasado siempre vuelve... Recuérdalo Giulliana.
Se cortó la llamada y marque devuelta pero salía que el número no exist&iacut