Capítulo 25 - Confiaré en tu palabra.
Joseph miró el monitor de su computador y suspiró cansado. Durante la última semana se la había pasado trabajando, buscando dónde estaba la maldita fisura de la empresa. Había un hueco y ni él ni sus administradores podían descubrir dónde estaba aquella fuga.
Inspiró profundo y se llevó las manos a la cabeza y se revolvió el cabello.
Para colmo de males, su madre aún se encontraba hospitalizada y, cada vez que iba a visitarla, no hacía más que hablar pestes de su nuera, alabando a la maldita Patsy que se la pasaba día y noche, turnándose con sus hermanas, Beatrice y Stella, para cuidarla.
No le gustaba para nada la idea, pero sentía que, si no lograba que Eileen fuera a verla, le haría la vida a imposible. Ya demasiado tenía con soportar sus propios pensamientos sobre su esposa como para que su madre introdujera más ideas y sospechas en su mente.
Suspiró, apagó el ordenador, tomó la chaqueta de su traje, que había colgado de la silla y salió de la oficina.
Tenía que hablar con Eileen