Capítulo 105 Ni flores ni poemas.
Alonso no estaba para nada de acuerdo con alejarse y lo demostró con sus acciones. Habían pasado dos días y ante el silencio de Anna el decidió tomar cartas en el asunto.
En la tarde el encargado del lugar le avisó a Anna que traían algo para ella. La joven abrió grande sus ojos del asombro, aceptando el envío.
De repente el departamento de la chica se halló inundando de bellas y delicadas rosas rojas y rosas, tulipanes rojos y blancos y en medio de todas una imponente orquídea Cattleya en color rojo.
_ Su novio debe estar muy enamorado de usted señorita _ le dijo sonriendo el joven de la florería_ ¡hace mucho no entregamos un pedido tan grande!
Anna no dijo nada, solo firmó la entrega y lo despidió.
Caminó por el camino que la cantidad de flores que había le habían dejado, miró a la orquidea roja que tenía una nota, escrita por el puño y letra de su amado.
"Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá romperse el eje de la tierra;
como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la mue