Punto de vista en tercera persona
Charlotte se quedó mirando a Nicolás, con el corazón en un puño. Había hecho el ridículo, estaba completamente segura. ¿Qué le había pasado? Nunca había pensado en Nicolás de esa manera, pero últimamente no podía dejar de pensar en él. Comenzó la otra noche, después de todo lo que pasó con el Alfa Kenneth e Isabelle... tuvo un sueño con Nicolás. Un sueño en el que intimaban y desde ese sueño, es en lo único que ha podido pensar.
El olor de Nicolás era cada vez más fuerte para ella; olía a hojas quemadas en una hoguera y le calentaba las entrañas. Podía olerlo desde su dormitorio, así que fue a investigar, encontrándose fuera del estudio de su padre.
Quería estar más cerca de él, pero estaba claro que él no tenía ningún deseo de acercarse a ella. Se marchó como si ella le hubiera hecho daño y eso le quemó un poco el corazón.
¿Qué esperaba realmente?
“Charlotte, querida, ¿está todo bien?”, preguntó la Luna Leonora al doblar la esquina. Char seguía p