—No, no lo está —me sonrió con malicia. Jodidamente genial.
—Mira, tú la amas y ella te ama. Pero yo la he amado durante los últimos cinco años. Ella no estaría en este lío si no fuera por mí. Yo soy la razón por la que está involucrada con La madre de la venganza. Conozco todo sobre ella, igual que tú. También te he estado vigilando. No soy ningún novato en esto, Diego, para nada. Tomo lo que quiero, cuando quiero y con quien quiero. Tú no eres la excepción. Así que si me toca empujarnos a todos juntos, que así sea —se encoge de hombros, dándole un trago a su botella.
—Explica qué quieres decir —le dije, y él me sonrió con arrogancia y se alejó, así que lo seguí hasta una de las habitaciones vacías. Cerró la puerta detrás de mí y nos miramos a los ojos.
—Yo ordené el ataque contra Guillermo Serrano. Estaba saliendo con mi hermana pequeña. La golpeó y le fue infiel. Rebel estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado. Ella le disparó. No se dio cuenta en ese momento que La mad