Capítulo 6

Fingí ignorancia con una sonrisa en los labios, tenía que ocultar mi evidente nerviosismo, una sonrisa ladeada fue mi única arma de seguridad.

—Es normal que pacientes asocien rostros con seres queridos, espero que esto le ayude a mejorar.

Me lleve a Ethan de ahí de inmediato, tenerlo en aquella casa podía ser arriesgado, pero no tenía a nadie con quién dejarlo, me cuestione de inmediato si tener a mi hijo tan cerca de mi, en medio de mi venganza, era una buena idea.

Lo deje con la profesora y regrese a casa, para empezar lo que sería la rutina más tortuosa, aún incrédula de quién era Santiago.

Por años no pude olvidar al hombre que me quitó la virginidad, fue tan dulce, ya suave, se que lo hizo pensando en Isabel, Pero ahora la trataba peor que una enemiga.

Cuando llegue estaba en el pasillo

—¡¿Dónde está mi desayuno?! —me lanzó un grito que me hizo pegar un pequeño salto mientras mi corazón latía con rapidez.

—Señor, yo soy su enfermera, no su cocinera, creo que es bueno