Capítulo 40
Regresar a casa después de todo lo que había pasado, me daba la paz que necesitaba, y es que a nadie le gusta estar en un hospital, Mi cuerpo estaba cansado, pero más que nada, mi mente.y mi corazón, Tenía la cabeza llena de cosas. Me costaba respirar sin pensar en lo que había dicho Santiago. Y lo peor, aún me dolía.
Sus palabras me habían herido, entendí que fue en un momento de rabia, Pero en sus ojos ví que era lo que el pensaba, y eso fue suficiente para creerle.
Papá estaba en la sala. Apenas me vio entrar, se levantó del sillón y me abrazó con fuerza.
—Te juro que no voy a permitir que Mike se salga con la suya —me dijo con tono serio—. No estás sola, hija, ese imbécil tendrá que dejar de ser tu esposo.
Asentí en silencio, agradecida, pero ya no sabía cómo resolver todo lo que tenía encima, Mike era tan solo uno de mis problemas.
—Pero hay algo que debemos hablar —agregó—. Mike reconoció legalmente a Ethan como su hijo. Eso complica las cosas.
—¿Qué quieres decir?
—