Capítulo 122
Narra Gabriela
Todavía sentía el golpe de la cachetada de mamá, no en la cara, sino en el corazón.
Estaba en el hospital, con los nervios de punta, esperando que alguien me dijera cómo estaba. No podía dejar de pensar en el momento en que se desplomó por mi culpa, Tenía miedo, mucho miedo de perderla por mis errores.
Me levanté de la sala de espera y decidí subir a la terraza para respirar. El aire fresco me alivio un poco, pero la angustia seguía allí, clavada en el alma.
Peter apareció a mi lado, No dijo nada al principio, solo me tomó de la mano, Después me miró a los ojos.
—Gabriela, cálmate. No puedes ponerte así, tienes que cuidar de ti y del bebé.
Negué con la cabeza, lorando.
—No puedo. Me duele en el alma haber defraudado a mi mamá, No sé en qué estaba pensando al meterme con Liam, Me arruinó la vida.
Peter me abrazó con fuerza.
—No pienses más en ese hombre, el se aprovechó de ti, yo voy a estar contigo, no estás sola.
Lo miré con los ojos llenos de lágrimas, N