—¡Te lo he dicho mil veces! No lo llames, no vayas a su casa. ¡Te dije que iba a venir Mark! —exclama gesticulando como un enajenado mental—. ¡Métete en el puto coche!

A Jackson se le escapa una risita disimulada y le doy un latigazo con la mirada. Está muy satisfecho con la escena. Lo que me faltaba. No voy a quedarme aquí mientras me grita delante del idiota de mi ex novio. Tomo la caja y salgo echando humo del apartamento, dando las gracias a lo más sagrado porque Nick no entrara unos segundos antes.

—Nos hemos besado —dice Jackson la mar de contento antes de comerse el puño de Nick.

Voy a echarme a llorar. ¿Es que mi ex no sabe cuándo cerrar la puta boca? Oigo los pasos furiosos de Nick detrás de mí mientras salgo a la calle. Ahí están Derek y Lucas. Anda, y también ha venido Mark.

Mark está apoyado en su Range Rover, con las gafas de sol puestas; da tanto miedo como siempre, pero tiene el rostro impasible. Lucas da vueltas de un lado a otro junto al auto y Derek está