Colton Clinton
Supe que algo andaba mal desde el instante en el que subió al auto.
Sus ojos estaban rojos por haber aparentemente llorado y su rostro estaba pálido y carente de emociones. Parecía unas cáscara y no la mujer llena energía que solía ser todos los días.
No estaba esa sonrisa característica que me hacía vibrar cada instante y tampoco recibí ese delicioso beso que solía darme cada vez que nos reencontrábamos durante el día a día.
La semana anterior la había llevado a visitar la tumba de mis padres, algo que solo habíamos hecho Clay y yo desde el día en que ambos murieron. Ni siquiera Lisina me acompañó en los aniversarios, sin embargo, había llevado a esta interesante mujer que se había ganado mucho más que mi corazón.
Ahora su rostro serio se encontraba analizando cada minuciosa cosa y quería tomarla del rostro y exigirle que me dijera que le sucedía, pero esperaba encarecidamente que lo hiciera por cuenta propia y no porque se viera forzada a hacerlo.
Soltando un su