Capítulo 35 —A la mañana siguiente
Narrador:
El sol se filtraba a través de las cortinas, pintando la habitación con un tono cálido y perezoso. Aylin pestañeó lentamente, sintiendo el peso del sueño todavía atrapado en sus párpados. Su cuerpo dolía en los mejores lugares, su piel todavía vibraba con la memoria de la noche anterior. Se movió un poco y entonces lo sintió. Roman. Su brazo estaba sobre su cintura, su respiración lenta contra su cuello, su presencia envolviéndola incluso dormido.
Aylin tragó saliva, sintiendo el pulso acelerarse sin querer.
El caos de la noche anterior se filtró en su mente en un torbellino de imágenes. Su boca, su lengua, sus manos. Su maldita forma de hacerla perder el control, de retorcerla hasta dejarla rogando, temblando, rota en el mejor sentido posible.
Y ahora… estaba atrapada en su abrazo.
Movió la pierna con cuidado, pero apenas se deslizó un centímetro, sintió la presión de sus dedos hundiéndose más en su cintura.
—No —murmuró él, con la voz pa