Capítulo 15 —Tú tienes algo peligroso
Narrador:
—Ven conmigo —dijo Roman de pronto, levantándose de la mesa con esa seguridad suya que no admitía réplica.
Aylin lo miró, desconcertada.
—¿Disculpe?
Él tomó dos copas limpias y una botella de vino casi intacta.
—Al jardín. Al rincón.
No hizo falta que aclarara cuál. Ambos sabían de qué hablaba.
Ese rincón oscuro entre las enredaderas y los bancos de piedra, donde la noche siempre parecía más cerrada y el mundo dejaba de existir. El lugar que sin darse cuenta habían empezado a compartir.
Aylin dudó, pero Roman ya caminaba hacia la salida del comedor, así que lo siguió.
La brisa nocturna acarició su piel apenas salieron. Todo estaba en silencio, salvo el crujir suave de sus pasos sobre la gravilla.
Cuando llegaron, Roman dejó las copas sobre la mesa baja que había entre los bancos, sirvió vino en ambas y le acercó una.
—Relájate, Aylin. Hoy no voy a morderte.
Ella tomó la copa, intentando disimular la sonrisa que amenazó con asomar.
—No me