Capítulo 110 —Miranda era Julieta y Julieta era encantadora
Narrador:
El trayecto hasta la mansión había sido silencioso. Miranda había pasado la mitad del camino mirando por la ventanilla, como si reconociera cada árbol, cada curva del sendero. Como si nada hubiera cambiado. Como si todo sí lo hubiera hecho.
Dominic manejaba con una sola mano sobre el volante, la otra descansando en el apoya brazos. No había música, no la saludó al subir, no le ofreció conversación. Y ahora, mientras el portón neg*ro comenzaba a abrirse frente a ellos, habló por primera vez.
—¿Sabes lo que me molesta más de ti, Miranda?
Ella giró la cabeza con lentitud, manteniendo la compostura.
—Ya vas a sacar tu libreta, imagino —respondió con voz suave.
Dominic sonrió, pero sin humor.
—No me vengas con ironías... —soltó un resoplo —lo que más me molesta; es cómo te crees tus propias mentiras.
Ella no se inmutó.
—No he venido a discutir contigo, Dominic.
—Claro que no. Has venido a jugar a la madre arrepentida. A