Por esta razón, él no la quería en la empresa; ella estaba hecha para muchas cosas pecaminosas, pero no para trabajar en una empresa de publicidad.
Ya Victoria se disponía a marcharse. Terminó de recoger su carpeta, su teléfono móvil y saldría de la oficina; no quería estar cerca del tramposo de Andrés.
- Señorita Victoria, necesito hablar con usted sobre un pequeño asunto.
- Estoy muy ocupada, puede ser luego.
__ Tiene que ser ahora, es urgente. Andrés se había puesto entre ella y la puerta, obstaculizando su salida.
__ Ya que insiste...
__ Esta mañana accidentalmente escuché una conversación suya acerca de unos servicios que usted ofrece.
__ ¿Servicios que yo ofrezco?
__ Sí, sí... hmmmm, yo quiero tomar sus servicios. Victoria había hablado con una amiga sobre una fundación para niños huérfanos, para recoger dinero por medio de actividades. ¿Acaso Andrés se imaginaba otra cosa?
__ ¿Y qué tipo de servicios quiere? Es bueno saber si lo que usted quiere, yo lo ofrezco —dijo Victoria co