Victoria salió de la habitación de Andrés. En ese momento, Karoll y su novio también salían de su habitación, que estaba frente a la de Andrés, y vieron con sorpresa que esta mujer estuviera a solas con él. Se suponía que ella estaba saliendo con Daniel.Karoll llamó a Brenda y le contó lo sucedido. Esta, de inmediato, llamó a Andrés, quien se encontraba dándose una ducha, pero decidió contestar, ya que, si no lo hacía, su móvil no dejaría de sonar. __ ¿Qué hacía esa perra en tu habitación? __ ¿De qué hablas? __ Victoria estaba en tu cuarto, y no es chisme. Tu hermana Karoll me dijo que acaba de verla salir de tu habitación. __ Victoria sí estaba en mi habitación, pero estábamos trabajando. Me quedé sin internet y ella me ayudó a enviar los documentos pendientes. __ ¡Esa perra me las va a pagar! Cortó la llamada, dejando a Andrés lleno de rabia. Rebeca interrogó a su amiga sobre el trabajo que estaba haciendo con su jefe. __ Estaban los dos solos en la habitación, ¿
Andrés la invitó a un trago en la barra; ella aceptó el que el mesero le sirvió. Continuaron conversando y riendo. Era la una de la mañana y Victoria solo había tomado dos vasos con licor. Decidió que ya debía ir a dormir, puesto que su amiga Rebeca ya le había dicho que tenía mucho sueño, pero Andrés la invitó nuevamente a la pista de baile. Era la única manera en que podía abrazarla, rodearla con sus brazos y pegarse a ella tanto que podía sentirla toda.Victoria era consciente de lo que sucedía a su alrededor: las miradas, las murmuraciones, la mirada estupefacta de Rebeca, las fotos que había tomado Karoll y los gestos obscenos que le hacía el novio de Karoll. Era tan cínico el tal Ray, que hasta Andrés lo había visto sacando la lengua e indicándole a ella que le hiciera sexo oral. Rebeca, enojada, se fue a la habitación dejando a Victoria bailando con Andrés; en verdad no parecía que bailaran: estaban tan juntos y mirándose el uno al otro que parecía que se besarían o simplemente
__ Tú no eres así. Sé que quieres vengarte de ese par. Debes tener mucho cuidado. Brenda no es de fiar, y por ese hombre es capaz de hacer cualquier cosa. Debes tener mucho cuidado y.… no vaya a ser que te enamores de Andrés.Estas palabras hicieron que Victoria se pusiera pensativa. Rebeca se metió al baño, tenía resaca por haber bebido como una cuba, mientras que Andrés ya estaba despertando. Miró hacia todos lados, asimilando dónde estaba. __ ¿Dónde estoy? ¿Qué estoy haciendo aquí? __ Doctor, buenos días, está en mi habitación. __ ¿Victoria? ¿Yo dormí contigo? __ No, no dormimos juntos, doctor. Vino a acompañarme y se acostó en mi cama, y ahí se quedó dormido.__ ¡Dios, estoy que muero! Ella le pasó una bebida fría que lo ayudaría a mejorar. Brenda, está de camino al hotel, lo ha llamado cientos de veces y es mejor que conteste. __ Gracias, voy a mi habitación, quiero ducharme.Victoria lo vio alejarse. No podía seguir perdiendo el tiempo; tenía mucho trabajo y s
—Victoria, tú deberías buscar quién te revuelque un par de horas. Aquí puedes encontrar a alguien que se arriesgue a hacerte el favor; lo digo porque no tienes a tu noviecito contigo.—¿Por qué eres tan molesta? —dijo Andrés, un tanto incomodado por las palabras de Brenda, insinuando que Victoria no podía conquistar a nadie.—Estoy muy feliz así. Me alegra por ti que los tienes a todos locos—. Dijo mirando a Andrés, quien había buscado una silla y estaba pidiendo bebidas a un mesero. Victoria se levantó, acomodó su bikini y se dirigió a refrescarse en la piscina; no quería seguir escuchando tonterías de Brenda.—Esa mujer es capaz de conseguir lo que quiera. Victoria no es fea; se ve muy bien, está hermosa y cualquier hombre estaría encantado de ser su dueño.—Quieres hacerme sentir mal, pero no lo vas a lograr. Victoria jamás será como yo. ¿Acaso no ves que está sola? Siempre se la pasa con la perdedora de Rebeca. Las dos son unas perdedoras; tu hermano está con ella por agradecimie
Andrés tenía en sus manos el móvil de Victoria. Los mensajes no paraban de llegar, y la mayoría eran de trabajo y de su primo David. Tocó a la puerta, pero esta se abrió. Entró para entregárselo, pero ella estaba en la ducha. Andrés, sin querer, pero deseándolo mucho, la observaba mientras ella, debajo de la regadera, tarareaba una canción de las que había bailado con él. Daría todo por estar a su lado en ese momento, disfrutar del agua cayendo sobre ella, disfrutar de su presencia plenamente, hacer de todo y luego volver a empezar. Era mejor salir de allí antes de cometer una locura. Al salir de la habitación se encontró con Rebeca.—Dile a Victoria que dejó su móvil cerca de la piscina. Lo dejé en su cama.—Sí, señor, yo le digo.En ese momento, Victoria salió de la ducha y escuchó a Rebeca hablar con alguien.—¿Había alguien contigo?—Andrés vino a traerte el móvil. Dijo que lo dejaste cerca de la piscina.Victoria quedó pensativa. Podría ser que él llevara mucho tiempo en la habit
Eran las 10 de la noche. Victoria pidió un taxi desde el aeropuerto hasta la casa de Daniel, pero Andrés le dijo que debía ir con ellos, que era muy peligroso andar a estas horas en servicio público, ya que la inseguridad en el país siempre estaba al límite.Brenda y Karoll hicieron gestos de desagrado por su presencia, pero no era momento para peleas; debían llegar rápido en el auto que la familia había dispuesto.Faltaba poco para llegar a la casa, había un tramo lleno de árboles que impedía ver las casas de este exclusivo sector. De repente, una patrulla de la policía hizo sonar la sirena para que se detuvieran. Andrés conducía sobrepasando los límites de velocidad; quería llegar pronto para ver a su padre, pero tuvo que detenerse a un lado de la carretera y esperó hasta que los policías se acercaran. __ ¡Estos malditos lo que quieren es dinero! –dijo Ray. __ Hay que darles lo que quieran y que nos dejen marchar pronto –contestó Karoll. __ No creo que sean policías, puede
Victoria se rodeó a sí misma con sus brazos. Andrés sabía que tenía que hacer algo y sacarles de ahí; de lo contrario, les harían daño a ellas y a ellos los matarían. Para Andrés, imaginar que Victoria fuera atacada por esos desgraciados lo enfureció. No permitiría que la dañaran, no mientras él pudiera evitarlo. Pisó el acelerador con fuerza, atropellando a los que estaban en la parte de adelante, y retrocedió para hacer lo mismo con los de atrás. Tenía que salir de allí a costa de lo que fuera. Pronto estuvieron en casa; eso sí, las chicas habían pasado el susto de sus vidas. Karoll, al llegar, se abrazó a su novio y Brenda a Andrés mientras miraba a Victoria. Andrés la observó retirarse en silencio y entrar a la casa. Personal del servicio llegó para ayudar con las maletas.Daniel llamó desde la clínica para informar que su padre estaba estable, que por ahora no se podría hacer nada, solo esperar, y que por favor descansaran de su viaje y mañana lo visitaran.Victoria fue llevada
__ No, no, así estoy bien. No quiero molestar. __ No es molestia, Victoria, es una necesidad. __ ¿Le sucede algo? —preguntó Victoria al ver que él movía la cabeza hacia los lados.__ ¡Sí, tengo una molestia en el cuello! __ Eso es causado por estrés. Podría darle un masaje.__ ¿De verdad? __ Sí, pero me tocaría ir hasta la habitación y traer un aceite que es especial para masajear. __ No nos vamos a complicar; estamos en la cocina. Vamos a utilizar un aceite de cocina y ya. __ ¡Eso es terrible! —rió Victoria. Andrés buscó un frasco de aceite de oliva y se lo pasó a ella para que le diera el esperado masaje. —Acomódese y relájese. Todo esto ocurría en la oscuridad, solo iluminados por las luces del patio. Victoria aplicó un poco de aceite en sus manos, las frotó la una contra la otra y se colocó detrás de Andrés. Ella se mantenía de pie, mientras que él estaba no tan cómodo en una silla del comedor de los empleados. Sus manos masajeaban con delicadeza el cuel