Capítulo 108. Abierta para él.
Andrés se marchó con una amplia sonrisa en los labios; había besado a Victoria. Eso lo quería hacer desde hace mucho tiempo. Ella, aunque al principio no quería, luego abrió su boca para que él pudiera devorarla a su antojo. Y si esos agentes no hubieran llegado a tiempo, en este momento estarían los dos en una estación de policía por inmorales.
Tati, la novia de Andrés, se había marchado tras esperarlo; y era mucho mejor así. El no deseaba tener sexo con ella, ni siquiera tocarla. Victoria ocupaba su mente todo el día y toda la noche; esto era como una obsesión.
El corazón de Victoria latía rápidamente; no se esperaba este comportamiento de Andrés. Él no la recordaba, entonces ¿por qué había actuado así? ¿Sería que había recobrado la memoria?
Ya en la comodidad de su cama, sentía en su cuerpo el ímpetu de él. La había tomado con fuerza, con ganas, con desesperación, como si quisiera comérsela por completo. Y esto le gustaba; le fascinaba que él la tratara con fuerza e ímpetu. Eso la