Sarah
Con el pasar de los días, era inevitable pensar en mi antiguo hogar, más pensando que aquí tenía mucho tiempo libré lo cual no ayudaba.
Deseaba formar parte de un todo, y no sentirme tan desconectada de lo que tenía a mi alrededor. - Alpha- llame a su despacho tock tock tock
Adelante- Me respondía su gruesa voz, aquella que no entendía por qué nublaba mi mente racional. Esto nunca me pasó con James, nunca perdí el control.
Al abrir la puerta su imagen me cautivo, lucía tan guapo, traía una camisa ligera, la cual dejaba ver su musculosa figura a través de ella, un par de botones sin hacer, mostraban un pecho varonil que no sabía por qué me invitaba a acariciarle.
No quería admitir, que esté macho ante mi, me hacía desear cosas, que nunca creí.
A qué debo el honor de tu visita- pregunto con voz serena. Cuando sus ojos voltearon a verme pude ver a su Alpha nuevamente como aquella vez. Era imponente y me hacía sentir curiosidad.
Deseo pedirte un favor...- no sabía po