DANIELA

«¿Qué fue eso?» pienso mientras abro los ojos despacio, atónita por ese beso que ha dejado mis piernas como gelatina.

Recobro la conciencia solo para darme cuenta de que Liam acaba de dejarme sola, de pie en la puerta, mientras él se aleja como si hubiese visto a un fantasma. No dice adiós, no dice nada y, se va.

¿Acaso no le gustó?, Sé que no soy una experta, pero pensé que lo estaba haciendo bien.

Jamás imaginé que Liam besara así, siempre pensé que sería rudo y salvaje, no este ser tan tierno y delicado que me acaba de mostrar.

De solo recordar el momento, mi piel se pone de gallina, toco mis labios de manera instintiva y suspiro por el cosquilleo que aún puedo sentir en ellos.

¡Maldito enfermo!, Va a volverme loca. Un día me insulta, se burla de mí y me humilla, y otro me protege, se preocupa... Y por si fuera poco, ahora me besa y se va sin decir nada.

«Juro que Liam es bipolar»

Resignada y más confundida que nunca, regreso adentro. El perfume de Liam se ha quedado imp