CAPÍTULO 32
Pero eso es lo que Jack siempre hace.
Lo sé, lo sé, no debería pensar en ese bastardo. Pero todavía no le he contado a Greyson lo que pasó esa noche. Por qué corrí hacia el bosque.
Me duele pensar en eso, revivir esa parte de mi vida. La parte triste y deprimente.
Ojalá pudiera seguir viviendo en el presente. Pero él tiene derecho a saberlo.
—Espera, Grey —digo débilmente, agarrando su mano justo cuando está llenando la bañera. Abro mis ojos como los de un ciervo y lo miro.
Frunciendo el ceño, se vuelve a sentar a mi lado. Suspiro y paso mis manos sobre las suyas, que sigo sujetando.
—Escucha, nunca te he contado por qué estaba en el bosque esa noche.
—Pensé que estabas acampando.
Me incorporo de golpe, aunque mi cabeza me grita que debería recostarme.
—Lo estaba, pero hay más. Cosas que debí decirte antes, pero tenía demasiado miedo.
—No tienes que hacerlo si no estás lista —me dice sonriendo.
Pero necesito contarle. Es la única cosa que no le he dicho.
Sacudo la cabeza l