En la penumbra de  la noche dos almas destinadas a estar juntas sollozaban en sus habitaciones cansados del sufrimiento y penurias que cada uno cargaba sobre sus hombros.
Por un lado estaba nuestra querida Verina, que miraba pacificamente la ventana  de su habitación, apreciendo la luna que brillaba hermosamente en el cielo, iluminando todo a su paso y resaltando el rastro de lagrimas sobre sus mejillas; pensaba en todo y nada a la vez, admirando la fuerza de luz que emanaba esa facinante roca, haciendo que todo se viera tan puro a su alrededor... excepto por ella, verla  solo la hacia sentir más sucia y despreciada ¿porqué la diosa luna le hacia esto? ¿es que no podía tener una vida tranquila y en paz? por fin pudo formar parte de algo y tener un poder necesario, su camino no era más que sufriento tras sufriento y tropiezo tras tropiezo hasta que por fin pudo alcanzar un objetivo medianamente estable. No pensaba volver a ver jamás aquellos quien le rompieron el corazón y acabaron con