Mi respiración subía y bajaba de forma eufórica. ¡No puede ser!, ¿Cómo es posible que haya sido tan rápido y tan fuerte?, Esto debe ser una broma, una jodida broma de la realidad.
—¡Lucette!— Escucho a Abby tratando de hablarme pero no puedo decir nada. Las palabras no salen de mi boca.
—Esta en Shock. Llama a un médico— Le ordena Owen a una de sus amigas. La reconozco con el nombre de Penélope.
—Te dije que todo estaría bien
Muñequita—. Observo a Adriel impactada. Esto no es normal. No es normal.
—El Sheriff llegó. Vamos hay que ver qué pasó— El hombre de cabellos hasta los hombros llama a mi “Salvador” si es que puedo llamarle así.
—Esto no fue un accidente. ¡Mierda!— El tipo calvo parece enfadado. Aquí es cuando puedo mirar a mi alrededor y darle cuenta de que las personas siguen como si nada hubiese pasado. Incluso parecen tenerle miedo a los hermanos Larssen.
— Papá va ha matarme— Susurra Abigail.
…
Decir que la noche terminó bien. Sería una completa mentira. Cuando regresamos a