―No sabemos si morirán. ―Lo detuvo. ―Ella es fuerte y tu hijo también. ―Le recordó. ―No olvides que el bebé puede nacer bien, está a un tiempo prudente…
―Una bala le atravesó el vientre. ―Lo miró como si fuera un loco que no tuviera nada que perder. ―El vientre… Jay. ¿Por qué no me dieron a mí en el