—Lo haré, te guste o no. Ya estoy cansada… llevo cuatro años cargando con mi culpabilidad y el miedo de que tu padre se presente a la puerta y me arrebate todo. Además… ¿A ti en qué te afecta? Serás libre, dame las gracias y abre la m*****a puerta…
—¿Libre?
—¡Por favor, William! ¡Sé perfectament