Ava Janssen
Londres
No hay plazo que no se cumpla y aquí estábamos Ary, Eryx y yo llegando a mi casa en Londres, el mismo día que se casaba Janice. Por poco y no llegábamos y el solo pensarlo me hacía sentir fatal pues ella no me lo hubiera perdonado jamás. Luego me puse a pensar del ofrecimiento de Eryx de viajar en un avión privado.
Lo bueno es que a pesar de los retrasos en el aeropuerto y todo lo que ocurrió en este largo viaje aquí estábamos ya. Los inconvenientes se habían solucionado a nuestro favor. Así que habíamos llegado justo a tiempo.
La camioneta que había alquilado Eryx, nos estaba esperando afuera. Nos acomodamos Ary, yo y el chofer puso todas las maletas en la parte de atrás, bajo la supervisión de Eryx. Todo estuvo bien ordenado. Le dije la dirección y nos fuimos rumbo a la casa de mis padres, que volvía a ser de nuevo la mía.
Entramos a mi casa y de inmediato sentí una manifestación de amor de mi perro Whisky que me besó con mucha alegría, estaba tan emocionado de