Ava Janssen
New York
Era sábado 8 en punto de la mañana, ya nos encontrábamos en la sala de juntas donde se llevaría a cabo este día el curso de capacitación, de verdad era espaciosa, ayer no me había percatado que conformaba todo un piso, por eso la cocina y las suites de las que habló Adalise.
Llegamos a la parte media del curso, las dudas no se hicieron esperar de cómo iba a ser el acomodo de las asistentes. Pero eso lo sabríamos mañana al final. Todas estábamos expectantes.
—Bueno, pueden pasar a la cafetería por un refrigerio o bien pueden salir a dar un paseo, el receso es de media hora; las espero dentro de un rato.
—Claro que sí, gracias Adalise — contesté.
—Gracias Adalise — dijeron las demás
En cuanto Adalise salió de la sala, Eillen sacó su móvil y empezó a buscar algo en él. Era como una obsesión para ella, no se podía estar quieta con ese aparato, la verdad a mí, solo me servía para hablar y recibir llamadas.
—Hoy es el gran día, todos están hablando del evento de funció