132: La respuesta.
Elian.
—Rico, esto es sumamente importante.
—Lo sé, pero no tengo tiempo ahora para... —Ante su queja le extendí varios billetes, los cuales él me devolvió—. No tengo tiempo ahora, deja el teléfono, amigo, ve a tu casa y cuando me desocupe te llamaré.
Mi mano picaba. No quería dejarle el teléfono a un desconocido; y es que aunque el tal Hacker Rico era conocido en la ciudad como uno de los mejores, seguía dándome mala espina.
Tal vez se debía a que eso era tan de vida o muerte, que mi confianza estaba muy limitada.
—Está bien.
Al hacerle entrega del aparato con una mirada fija y llena de advertencia, me fui. Esa noche no pude dormir; llegué a casa agotado mentalmente, dándome la oportunidad de comer pizza junto a una Kai aburrida. Y al caer rendido en la cama con Kai en mi pecho, el último recuerdo que tuve fue el de mi familia y yo en Acción de Gracias.
...
Al día siguiente todo pasó de forma rápida, de un instante estaba tomando café, planeando cómo debería ser la organización de lo