131: La misión.
Elian.
—Elian, Dios... ¿Qué te ocurre?
Silly apareció de la nada allí detrás de las gradas, y el calor del contacto humano lo encontré en un abrazo suyo, durante varios segundos, hasta que sentí que se volvía incorrecto entre mi tristeza.
—Mi abuela ella...
—Entiendo… —Hizo una mueca triste pasando su mano por mi brazo izquierdo un par de veces—. Lo siento mucho, ¿necesitas algo?
—No yo... solo necesito respirar y pensar algunas cosas...
Se escucharon porras, gritos, y las gradas debajo de nosotros hicieron ruido extremo.
—Tenían que sacarla a jugar sí o sí.
—¿Qué? —reaccioné—. ¿Lucrecia está jugando?
Limpié mi cara con mi mano para devolverme. Estaba en servicio, debía vigilar que nada le pasara.
—Oye sí, pero ella está bien, ¿sí? Tú necesitas estar en otro lu...
Hubo abucheos y dejé de escucharla porque rápido di la vuelta para subir las gradas para saber que todo estaba bien. Y lo estaba, solo le estaban abucheando al equipo contrario al de Lucrecia.
—Está todo bien? —Clarke cuesti