Punto de Vista de Mia
Mi mundo dio un vuelco mientras miraba fijamente el reporte médico en mis manos temblorosas. Esto no podía estar bien. Las fechas, los detalles, todo estaba equivocado. ¿Tres meses? Eso era imposible. Solo había descubierto mi embarazo hace dos semanas. El texto negro parecía nadar ante mis ojos, cada palabra un nuevo golpe a mi corazón acelerado.
El estudio se sentía de alguna manera más pequeño, las paredes cerrándose mientras la presencia de Kyle se cernía más grande que la vida. La lámpara en su escritorio proyectaba sombras a través de su rostro, haciendo su expresión aún más aterradora. Podía oír mi propia respiración superficial en el espeso silencio.
—Kyle —susurré, mi voz apenas audible en la espesa tensión de su estudio—. Esto no es... esto no puede ser...
—¿No puede ser qué? —su voz cortó el aire como acero, cada palabra precisa y mortal—. ¿No puede ser verdad? ¿No puede ser descubierto? —se puso de pie detrás de su escritorio, hombros rígidos, nudillos