Las cosas estaban un poco tensas entre Faitth y marcos. Ellos intentaban que las cosas no se tornaran extrañas, pero la situación los estaba propasando a los dos.
Ella se sentía traicionada por la posible marcha de Marcos y él se siente atrapado sin saber qué hacer. El tiempo se le estaba acabando y ya Jorge Miller lo estaba presionando para que tomara una decisión, ya que el proyecto no podía esperar más.
La lucha con sus sentimientos es intensa, ambos están en desacuerdo de truncarse los sueños, pero tampoco están dispuestos a alejarse sin más. Todo estaba siendo un caos interno para ambos.
―Buenos, días. ―Marcos besó la cabeza de su fresita. ―¿Dormiste bien? ―Ella asintió, la verdad era que no podía dormir nada, no cuando hablaban hasta largas horas de la madrugada y no llegaban a nada concreto.
―¿Y tú? ―Se giró para mirarlo de frente. ―¿Has descansado algo? ―Acarició su mejilla con delicadeza.
―Sabes que sí, amor. ―Besó sus labios.
Ambos se mentían con descaro para no preoc