Toda la herencia, según el testamento de los padres de Henry, al no haber herederos de la línea directa, pasaría a la beneficencia y otra pequeña parte a su esposa viuda, en el caso de tenerla y ¡sí que la tenía!
Se armó un revuelo total y cuando el médico llegó lo pasaron directo al cuarto de Henry que tenía muy mala pinta.
Grace estaba sudando frío, si algo le pasaba a su sobrino político, su marido los despellejaría vivos.
De hecho, rezaba porque Albert no se hubiese despertado por tanto revuelo, ya que para desgracia suya, estaba medio resfriado y había decidido quedarse hoy descansando más horas en la cama, para luego ir a la oficina.
Eva estaba en un puro temblor, primero la violación y ahora parecía… parecía que se quedaría viuda tan pronto.
Si Henry moría, ¿qué iba a ser de ella?
Eva fue sacada de la habitación por Helen, que la mantuvo a resguardo todo el tiempo con ella, cubriéndola de las miradas chismosas de las demás doncellas, aunque en realidad, no sabía a qué parte de