Mundo ficciónIniciar sesiónAMBER PIERCE
—Esto está mal —dijo Jazmín desde el asiento trasero—. No debo salir de la casa, tengo muchas cosas que hacer, como limpiar y sacudir. Si el señor Harrington se entera…
—Tranquila, nadie le dirá… por lo menos no yo —dije relajada, detrás del volante, sintiéndome cada vez más tranquila conforme nos alejábamos de la casa y de Anthony.
—No lo entiende, señora Harrington…
—Amber, llámame por mi nombre. Eso de «señora Harrington» me hace sentir vieja —la interrumpí. Aunque en realidad el problema no era sentirme vieja, más bien escuchar ese maldito apellido que odiaba de la misma manera que amaba—. &ique







