—Escuché que al final decidiste quedarte en Estrella, así que ¡sigues siendo mi gran colega, eh! Kyle ya ha arreglado la filmación de tu próxima película o serie, ¡así que vamos a trabajar juntos en la pantalla grande!
Elena miró muy sorprendida a Kyle, quien levantó seriamente una ceja y dijo: —Ya que decidiste quedarte, entonces trabaja duro. La próxima vez que te metas en graves problemas, no esperes que te ayude.
Ella respondió agradecida: —¡Gracias!
Cuando Ana se acercó y vio las manos y la cara de Elena vendadas, comenzó al instante a llorar tristemente.
Elena sonrió muy resignada: —¿Qué pasa? Estoy bien, si lloras así cualquiera pensaría que tuve algún accidente.
—¡No digas tonterías! — Ana le fulminó con la mirada y luego se secó poco a poco las lágrimas, bastante preocupada, le preguntó: —Cuando salgas del hospital, ¿por qué no te vienes a vivir conmigo? Yo puedo cuidarte.
Elena sonrió con agrado: —No hace falta molestarse, en casa tengo a alguien que me cuida.
—Ay, ¡qué bien