MELODY
Me ha costado un mundo tomar la decisión que estoy planteando frente a él, más de lo que pensé, lo hago por mi, por mucho tiempo soporté sus humillaciones y el que él estuviera engañándome con Emilia, no quiero volver a estar rota, a dejar que me rompa el corazón, por un segundo estuve dispuesta a dejar que las cosas se fueran dando, después de todo, es el padre de mis hijos y eso es algo que siempre será.
Pero luego de haberlo visto besando a Natalia en su despacho, sus labios sobre los de ella, me quitó la venda de los ojos y me hizo caer de nuevo en la realidad que yo misma me estaba negando, él nunca me va a amar, y jamás me dará mi lugar.
—Debes estar bromeando.
Su voz me saca de mis pensamientos y espabilo.
—No lo estoy, quiero el divorcio, Roman —trato de sonar lo más segura posible—. Estar casada contigo ya no es sano y no es una opción.
—Ella me besó —su mirada se oscurece y retrocedo.
—No te creo —niego.
—Pero es la verdad.
—Y aunque lo fuera, eso no va a cambi