El lugar estaba completamente pacífico, mientras que Neo Campbell, se encontraba sentado en aquella oficina observando hacia la ventana en busca de un poco de paz, aquella mujer había llegado a volverlo loco de la nada, había llamado y enviado a Harry por ella, pero se había negado incluso a ir a la joyería.
Qué mujer más testaruda y frustrante, pero curiosamente entre más lo rechazaba, más se empecinaba en tenerla, era como aquello de querer tener lo que tenía, por lo menos eso escucho decir a Harry, cuando él sonrió al ver que ella no había llegado.
La mujer era un completo problema y eso parecía encantarlo, ¿Entonces cuando ella sedería dejaría de llamarle atención? Aquello ciertamente lo tenía bastante inquieto.
Más cuando observo los peles del divorcio justamente frente a él, era muy claro lo que quería hacer su secretario, era la excusa perfecta, en cuestión de horas él se había impuesto perseguir a una mujer extraña.
Era más que obvio que su secretario aprovechaba aquella circ