EL MATRIMONIO OCULTO

El autobús iba rumbo al barrio Silver, un autobús que no dejaría a Blair, directamente en la villa de su padre, por lo que debía caminar unos cuantos minutos más para llegar al lugar, algo que para ella no había ningún tipo de inconveniente, pues si llegaba a ser sincera no tenía un auto ni mucho menos un chofer que la llevase a la mansión Baker, a pesar de que su padre era adinerado, ella no veía la necesidad de tener un auto, o al menos aquellas eran las palabras que solía decirse a ella misma constantemente cada que debía caminar aproximadamente media hora para llegar a la entrada de su hogar.

Durante el camino recordó cómo su abuelo le contaba aquella historia que ella no veía más que como una fantasía, en el que contaba cómo dos familias de dos generaciones se habían odiado grandemente por conflictos que ni su abuelo entendía en aquel entonces. 

Y a pesar de que los años habían pasado y con ello las generaciones, el odio y las malas enseñanzas habían solo saltado a Henry Baker, quien tenía una hermosa nieta y un hijo un poco empático, el cual se encargaba de maltratar a su esposa, por el amor de su amante, observó cómo Diane Wolf, era maltratada día tras día y utilizada como una mujer florero al lado de un hombre que no la amaba, durante la infancia de Blair, su abuelo era su único apoyo, pues su madre sufría tanto que ella temía por hacerla sentir mal, a lo que solo con su abuelo ella podía llegar a ser débil.

Henry Baker al ver tal atrocidad decidió que lo mejor era buscar ayuda, justamente en el momento en el que Diane Wolf desapareció de la faz de la tierra en el que dejó a una pequeña niña sola junto con un hombre que no amaba a su propia hija y había llevado casi de inmediato a su amante e hijastra a vivir con él, mientras la pequeña solo era defendida por su abuelo, quien parecía que los años le estaban pasando factura, al llegar Blair a la edad de dieciocho años, su abuelo se encontraba completamente enfermo aquel no tenía idea de cuándo llegaría la muerte por él, por lo que su mayor preocupación era dejar a su nieta sola con aquellos que la maltrataban al igual que lo hacían con su madre.

El anciano decidió cobrar una antigua deuda con su mejor amigo Gabriel Campbell, quien más que ofrecerle ayuda a su amigo, le ofreció una unión familiar, al obligar a su nieto mayor y heredero de la familia Campbell, a casarse con la hija de la familia Baker en secreto, aquello fue el secreto mejor guardado de la chica y el anciano Campbell, su boda, no fue más que el envío de papeles firmados con la promesa de encontrarse, algo que no ocurrió en tres años, sin importar la muerte del gran Henry Baker, el heredero de la familia Campbell jamás se presentó.

—quítate del camino tonta…—La voz chillona de Channel Baker, se escuchó de costado del lado de Blair.

La chica observó como aquella se encontraba conduciendo un auto deportivo de última generación, el cual Blair se preguntaba de donde lo había sacado, pues si mal no recordaba su padre le había indicado que por el hecho de que ella había estrellado el antiguo no le regalaría otro más, en lo que Blair simplemente se había quedado en silencio, mientras su hermanastra no dejaba de quejarse con su padre

— ¿Que eres sorda? Quítate… arruinas mi nuevo auto, regalado por mi papi…

Ese era un golpe bajo para Blair, quien solo bajó la cabeza y simplemente se acercó aún más al costado de carretera, logrando que ella hiciera que las ruedas del auto patinaran y con ello lograran lanzar tierra, mientras ella había caído sin querer a un lado de la carretera que se encontraba tras de ella, la vida era dura para Blair, quien a pesar de que su abuelo había logrado hacer aquel matrimonio en la oscuridad, ella no tenía ningún tipo de beneficio, pues su esposo simplemente se había desentendido de ella, no es como si ella lo necesitara o lo buscara, pero simplemente para él ella no existía.

Blair siempre había sido a pesar de todo una chica humilde y llena de determinación, ya que aquella había trabajado a tiempo parcial mientras se encontraba en la escuela, y ahora que finalmente iniciaría con su carrera luego de trabajar duro para conseguir el dinero, está por fin podría abandonar el hogar que tanto dolor le había causado, al fin sería libre y con ello ya no tendría que seguir casada con un hombre que solo veía en fotos de portadas de revistas importantes de negocios y escuchaba hablar de aquel como si de un dios se tratase.

—Al fin llegas… y mira nada más lo asquerosa que estás… ¿Dónde estabas revolcándote con los cerdos? —La risa malvada de madre e hija se escucharon en el lugar.

Channel con su despampanante caminar se acercó a ella, mostrando sus accesorios y ropa de marca mientras que Blair simplemente se encontraba vestida con su ropa habitual de obrera como solía llamarle su hermanastra.

—Mami… ignórala, no importa no es como si a papi le interesara donde está su hija bastarda… ahora ven y observa mi auto nuevo, papi me lo regaló…—La madre de Channel, Cat Mitchell era la segunda esposa de Fran Baker.

Cat, se jactaba del odio que poseía hacia su hijastra e incluso del gran desapego que sentía su esposo hacia su hija, pues aquella indicaba que siempre había sido la mujer amada de este, y por culpa de Diane Wolf ella había logrado no ser la primera esposa, sino la segunda dama de la familia, siendo así llamada por muchos a las espaldas como la amante de Fran Baker

—Tienes razón cariño… Tú ve a cambiarte… No olvides que hoy ayudaras en la cocina…—Blair simplemente asintió y salió del lugar rumbo a la puerta trasera como era de costumbre.

Ella tenía prohibido por su madrastra y hermanastra entrar por la puerta principal debido a que según ellas no era digna hija de Baker y, por lo tanto, era tratada como de la servidumbre y era denigrada como una empleada más.

Blair no deseaba otra confrontación y mucho menos uno de los regaños de su padre, al ser según él una hija grosera y nefasta como siempre solía llamarla, por lo que, sin tener más opción, simplemente se adentró a la cocina y observo cómo se encontraba el mayordomo de la familia quien al verla de la manera en la que se encontraba, estaba completamente aterrorizado y asustado, por lo que llegó a su lado junto con el ama de llaves quien se veía terriblemente escandalizada con verla tan sucia y al parecer herida en sus rodillas y manos.

--Pero… ¿Qué te paso mi niña? —Bonnie Acher se acercó a ella llena de preocupación.

Mientras la revisaba de manos y piernas para cerciorarse que nada malo le hubiese ocurrido en lo que al notar que aquella había logrado hacer el daño suficiente en su cuerpo la observo llena de tristeza, pues ella había criado junto al difunto Henry Baker a aquella niña que tanto quería y a la cual había curado innumerables veces.

—No es nada nana… me caí y me ensucié… No debes preocuparte…—Bonnie, la observó destilando enojo

Ella sabía que Blair, aunque era un poco distraída, no era tan tonta solo para caer y nada más, a lo que estaba más que convencida que en aquello tenía que ver o su madrastra o aquella diabólica chica que ella llamaba la hija de satán, en lo que al notar su enojo Blair simplemente la tomó de la mano y le dio una tenue sonrisa.

—Sé que no es como dices, pero está bien… Ve a bañarte enseguida, subo para ayudarte con esas heridas…—Blair se notó vacilante, pero luego de lo que parecía unos minutos salió rumbo a su habitación, mientras que el mayordomo Harold Smith, observaba todo en silencio.

—¿Crees que ella llevó los papeles del divorcio? – Bonnie observó a Harold como quien le indicaba que aquello no debía hablarse en aquella casa, por lo que le hizo un gesto de silencio y observo a todos lados antes de hablar.

—No lo sé… Pero si ella no ha mencionado nada, tal vez es por el hecho de que aquel no la recibió… He escuchado que ese hombre es realmente de temer, sin duda nuestro antiguo señor cometió un terrible error…—Harold dio un gran suspiro preocupado por la chica, 

Él no estaba de acuerdo con su decisión, él había vivido tres generaciones en la familia Baker y estaba seguro de que el viejo Henry Baker no hubiese estado tan feliz al notar que su nieta quería romper con la última petición del antiguo amo de la casa...

—No estoy seguro de que sea la mejor decisión, pues si ya el señor King se encuentra en la ciudad A, algo me dice que él la ayudará en todo…—El ama de llaves lo observó con escepticismo y negó con la cabeza más que enojada, mientras buscaba los utensilios de sanación.

—No sé de qué hablas ese hombre no ha ayudado a Blair en lo más mínimo… No olvides que ni una pensión le manda mes con mes, así que no sé de qué ayuda estás hablando, Blair después de la muerte del señor Henry ha estado sola y se ha ayudado a ella misma día con día, no necesita de ese hombre y yo apoyo fielmente que ella pida ese divorcio…

Bonnie había dicho esas palabras mientras salía de la cocina llena de enojo, en lo que no se había percatado que mientras ellos hablaban del futuro de Blair, que había oídos escuchando a hurtadillas, preguntándose por qué ella no tenía idea de que su hermanastra se había casado y más que todo con un King, tal información la iba a ayudar grandemente cuando llegara el momento de eso estaba más que segura.

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