—Ha hecho mucho calor hoy.—sumando a eso todo el rato que ambos estuvieron intentando caminar, logrando Robert que Ethan diera unos dos pasos, muy aprisa mientras intentaba llegar a su padre y no caer al suelo. El problema es que a Ethan le gustaba más el suelo y no pasaba de dar pasos muy cortos, sin miedo, pero sí con pereza.
Para caminar era muy vago, enseguida se tiraba a suelo, tomaba uno de los juguetes y se entretenía, dentro de nada ya tendría un año, estaba a la vuelta de la esquina y él balbuceaba muchísimo, casi diciendo palabras claras, pero sin llegar a estas.
Lo probable era que hablara primero, pues con eso llevaba más prisa.
O prisa llevaban sus jóvenes padres por ver su pequeño hijo hacer una de las dos cosas.
Se acostó en la cama de Alice con Ethan jugando sobre él, poco a poco se fue cansando hasta que de lado quedó recostado en el pecho de su padre.
La sensación siempre era agradable, tanta que no se acostumbraba a ella, porque siempre lo sorprendía eso tan agradab