—¡Alice!—corrió hacia su hermana, feliz de verla, la abrazó, apretándola contra ella. Un Robert algo angustiado se acercó a las dos, rodeando a Alice por la cintura para separarlas, considerando que Mary la estaba apretando un poco.
—No la aprietes demasiado.—Le pidió. Mary bajó sus brazos de su hermana y saludó a Robert, igual de feliz de verlo.—¿Cómo estás, Mary?
—¿Tú desde cuándo eres tan delicado o cuidadoso?
—Desde siempre.—respondió él, rodeando el vientre de Alice.—Ahora más.
—Estoy embarazada.—le dijo la pequeña Alice a su hermana.
Mary Jane se llevó las manos a la boca, sin poder detener la sorpresa que llegaba a ella con la noticia.
—¡Qué alegría!—ahora entendía las precauciones de Robert, aunque seguían siendo exageradas.—Otro bebé. Muchas felicidades a ambos, veo que no pierden el tiempo.
Alice tomó la mano de su hermana, llevándola hacia el coche, le dio un segundo abrazo y un beso.
Robert entraba la maleta y ellas dos hablaban.
—¿Cómo estás? ¿Te costó venir?
—No soy una