Ambrose:
Había intentado ser paciente por su estado de salud, no quería que se desmayase en medio de nada, además era mi esposa, y aunque sonase cruel, él no estaba aquí así que no habría nada que se interpusiera en mi camino.
Por la tarde ella había ido con su hermana a dar un paseo, Jelena se veía mejor y eso me alegraba de todo corazón, era un pendiente menos para Katina.
- A esta altura, creí que ya te tendría dominado ‒dice Ramsey mientras bebe su whisky, lo había invitado porque me aburría mucho, así que habíamos comenzado a beber y hablar.
- A mí nadie me domina ‒digo arrastrando las palabras, habíamos jugado a quién tomaba más y creo que eso me estaba pasando factura‒. Adelante ‒me pongo derecho, una sirvienta entra con un libro en la mano.
- Perdone que lo moleste alteza, pero encontré esto y creí conveniente que lo viera ‒se acerca abriendo el libro, adentro noto unas cartas y sin temblar las tomo, le pide que se retire, dejo el libro en mi regazo y comienzo a leer.
Los