*—Sebastián:
Cuando salió de regreso a la tienda, notó que se habían retirado ya los demás y que solo quedaban el grupo familiar de siempre. Esto era bueno, así podían retirarse con más tiempo de antelación.
Natasha los reunió para que hicieran otro brindis antes de partir a casa de sus padres. El bartender comenzó a repartir copas entre ellos, incluso los menores tomaron de estas. Sebastián iba a dejarlo pasar porque era una celebración y como adulto iba a permitirlo esa noche.
Sebastián tomó una copa de champaña de la bandeja del bartender y se la extendió a Callen para luego tomar una copa para sí mismo en el momento que vio que Natasha le quitaba a Callen la misma copa que Sebastián le había dado para intercambiársela por otra.
¿Qué coño?
Iba a cuestionar esto, pero luego recordó que Callen hacia tomado un analgésico y ya no podía beber. Debía de ser más cuidadoso con ella.
—¡Vamos a brindar! —exclamó Natasha cuando todos tuvieron sus copas en sus manos.
Klaus levantó la mano.
—¿