–¿Qué? ¿Estás demente o qué?
–Has aceptado el reto y te he pedido que me beses ¿Acaso he hablado en griego o en ruso?
–Emily –La miró realmente serio, no sabía en realidad como sentirse al respecto. El temor, confundido con la adrenalina y la presión del momento eran mala combinación– sabes que no puedo hacerlo, te seré directo ¿bien? Tu padre me cae muy bien, adoro mi trabajo y no voy a exponerme a perderlo todo solo porque tienes ganas…
–Y porque tú también las tienes –agregó, escuchando atenta su explicación–
–Lo que sea que fuese Emily… no estoy dispuesto a ganarme complicaciones p