Angela tenía tantas ganas de seguir adelante que tomó sesiones de terapia en el departamento de psicología de la universidad. Luca no se dio cuenta. Necesitaba ayuda para seguir adelante y aun así, estas sesiones no sirvieron de nada.
Ángela le había rogado a Silvia que borrara sus recuerdos de esa noche cuando Luca le dijo esas traumáticas palabras, pero Silvia se negó a hacerlo. Dijo que, si intentaba alterar sus recuerdos, había posibilidades de que Ángela perdiera grandes fases de sus recuerdos.
Lo cual podría ser peligroso y muchas veces fatal.
Ángela no podía ver a Luca así. Lo amaba tanto que estaba muerta de miedo y, sin embargo, no se atrevía a aceptarlo por completo. Tenía miedo de que una noche en su estado de ebriedad él volviera a decir todas esas cosas. Tenía miedo de que, sin saberlo, él le destrozara el corazón y la matara.
Ella todavía no ha superado el dolor de esa noche, entonces ¿cómo es que enfrentaría otra? La mataría.
No supo por cuánto tiempo permaneció allí se