Lucas asintió y rápidamente se fue, no sin antes robarle dos besos más. Abrió la puerta y se aplicó tinte de labios cuando la puerta se abrió para revelar a Silvia, quien sonrió mientras olfateaba el aire.
—Podía oler algo a pescado en tu habitación —sonrió Silvia mientras Ángela intentaba no sonrojarse y se encogía de hombros.
—Vamos, tu papá te espera abajo —Silvia acompañó a Ángela escaleras abajo.
Damián sintió que se le contraía el corazón. Odiaba tener que casar a Sofia y lo odió de nuevo. No quería que sus hijas se casaran ni se fueran a vivir con sus hombres. Quiere que sigan siendo sus pequeñas princesas.
Damián besó su frente mientras Silvia chasqueaba los dedos y el vestido de Ángela comenzaba a brillar como un destello. Fue impresionante. Era mucho más diferente que el vestido de Silvia el día de su boda.
Mientras Damián acompañaba a su hija fuera de la mansión, todas las miradas se dirigieron hacia ellos mientras Damián la acompañaba por el pasillo.
Todos estaban ahí. Su