[CONTINUACIÓN]

El señor Park se quedó congelado en su sitio unos breves momentos. Su mirada se encontraba vacía, pero su expresión estaba llena de muchas cosas: duda, temor, inquietud… supongo que había muchas, muchas cosas más, pero no se me ocurría ninguna otra ahora. Solo puedo decir que su semblante había palidecido y hasta podía asegurar de que un enorme signo de interrogación reposaba sobre su cabeza.

Pasó saliva, clavó su mirada en el piso con su entrecejo arrugado y con voz trémula preguntó:

—¿Hace cuánto?

—Casi dos meses —Me encogí de hombros —. Fue cuando recién envié la solicitud para estudiar la carrera de manera presencial.

—¿Y no ha llamado ni una vez?

Sacudí mi cabeza. Él suspiró.

—Supongo que no quiere hablar conmigo. No sé si ha hablado con mi madrastra, claro que ella tampoco me lo diría. La verdad es que lo dudo. Él solicitó el divorcio antes de irse. Supongo que el único que podría saber dónde está es su abogado, tuvo que haberlo llamado, pero según tengo entendido