Capítulo 24. Catarsis
[ARI]
(ACTUALIDAD)
—Pensándolo bien no es tan malo —Sonreí inocente. Sim embargo, a él no le hizo nada de gracia.
Me miró de reojo y negó, adelantándose un par de pasos.
—No me recuerdas, deja de seguirme —se quejó, como si fuera un niñito.
Puse mis ojos en blanco y corrí para alcanzarlo.
Aún llovía y estaba toda mojada. No había nadie, ni una sola alma en aquella larga carretera fantasma, y hasta parecía que en cualquier momento un zombie de los que salen en Resident Evil saltaría sobre nosotros y se comería nuestro cerebro.
Aquello hizo que me pegara solo un poco más a él.
Me miró enojado y bufó, pero no me apartó.
Vaya reencuentro.
—De hecho… no recuerdo mucho de mi infancia —confesé, rascando mi brazo, que picaba debido a la tela húmeda de mi blusa. Me miró de nuevo, pero ahora su semblante se había suavizado y me miraba con curiosidad.
Seguimos caminando por unos minutos en silencio. No había nada más que árboles en ochenta metros y los pies comenzaban a dolerme.
De vez en cuando