[ARI]

El motel era barato. En realidad tenía que serlo, pues a pesar de que su nombre era "Oasis" carecía de agua. Según el dueño sólo había agua por la mañana. Aparte de eso, no había luz. Nos habíamos guiado a través de las rechinantes escaleras de madera, por un par de velas que estaban a más de la mitad gastadas, sobre el mueble de recepción. También de madera vieja.

Miré a Daniel, que parecía normal con la idea, y lo seguí de cerca cuando obtuvo la llave del escalofriante propietario.

No es por ser ofensiva. En realidad tenía un aspecto tenebroso, que contrastaba a la perfección con lo barroco del lugar.

Su piel era tan blanca como una fina hoja de papel vacía, sus ojos estaban un poco hundidos debido a la edad, o al desvelo quizá; y si a eso le atribuía su aspecto decaído, el escaso cabello blanco sobre su cabeza y su cuerpo en extremo delgado, me parecía que no era nada Roderick Usher al lado suyo.

Un tablón de las escaleras crujió y atiné a sostenerme de la camisa blanca de Da