Capítulo 149. ¿Un último baile?
—¡Oh, Vaya! Hasta pareciera que quieres que pase.
—Si no hay de otra —se alejó de mí, sonriendo —. Ya sabes que esto de hacer otra boda era importante para nuestras familias, porque para ellas nuestra boda solo era simbólica, pero después pensé que no me importaría casarme mil veces de ser necesario, si tú eres la novia —buscó algo entre el estante de los discos.
Me acerqué a él despacio y lo abracé por la espalda.
—¿No importa si me caso en pijama? —me miró por sobre su hombro con una risita afable y negó —. ¿Y si voy desnuda?
—me agrada, pero hagamos una boda de desnudos cuando tengamos nuestra renovación de votos en las bodas de oro. ¿De acuerdo?
—¿Y que nos lleven en silla de ruedas o nos casamos en el asilo?
Soltó una carcajada escandalosa.
—No estaremos tan… bueno, sí. Para las bodas de plata será.
Asentí, dejando pequeños besos en su espalda.
Daniel tensó su espalda, suspiró con fuerza y aclaró su garganta.
—Nena… —se estaba aguantando.
—¿Sí?
—Quiero mostrarte algo.
Finalmente