Serena y Will son obligados a casarse, se conocen el mismo día de su boda y es odio a primera vista… Will James es un hombre obstinado y aparentemente un bueno para nada que a sus veinticinco años no ha hecho nada de provecho con su vida, sus padres murieron en un atentado cuando el solo era un niño, y el juro vengarse, de la responsable de sus muertes, no sabe quién es, pero en el bajo mundo lleva el alias de la dama de rojo. Es criado por su abuelo materno, quien lo compromete en matrimonio desde que era un niño con una joven que ni siquiera conoce, el accede al matrimonio solo por complacer al viejo que aparentemente vive sus últimos días de vida. Serena Black, por su parte, cría al hijo de su mejor amiga como si fuese propio, ella murió dando a luz Serena decidió que no podía dejar a la deriva a esa inocente criatura, ella sabe lo que es estar sola en el mundo, porque es huérfana, el padre del niño desapareció en el momento que se entero de su existencia, ella puede con esa responsabilidad trabajando medio tiempo, y además asiste a una universidad a distancia, sabe que a la larga sus sacrificios valdrán la pena. No contaba que el niño se enfermara y tuviese que ser operado de emergencia para salvar su vida dejando unas deudas impagables para ella, una mujer la observaba llorar y la ve como una hermosa sustituta para su hija, jamás permitiría que su hija se casara con un hombre fracasado y sin futuro, eso les hizo creer Will para evitar el interés de todos los buitres que lo rodean…
Leer másSerena Black
El auto avanza por las calles con normalidad y yo siento ganas de abrir la puerta y lanzarme, tengo mucho miedo, pero no puedo dar ni un paso atrás, mi corazón esta acelerado y siento un nudo en mi garganta, sobre todo al ver la impresionante fachada de la catedral donde voy a casarme con una completo desconocido.
Un hombre elegante con una sonrisa me abre la puerta del auto y además me ofrece su brazo, camino lentamente esta es una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida, pero todo sea por la vida de Alonso el depende de mí.
Comienza la marcha nupcial, creí que el lugar estaría repleto de desconocidos, pero no es así, solo el primer puesto está ocupado por un anciano y la mujer que me hizo firmar ese maldito contrato, ella sonríe como si se hubiese ganado la lotería, aun no comprendo que saca ella de todo esto, trato de respirar profundamente, de espaldas esta mi novio, con las manos en la espalda, ni siquiera tiene la decencia de voltear a verme.
Me encantaría que todo lo que dure este matrimonio fuese así con mi marido ignorandome, pienso mientras mis manos sudan, siento que mis piernas no pueden sostenerme y estoy a punto de sufrir un infarto.
La ceremonia comienza, normal solo que en ninguna ocasión giro mi vista para ver a mi futuro esposo, ni siquiera me importa su aspecto, solo sé que él es la llave que solucionara mis problemas
El sacerdote pronuncia mi nombre con otro apellido, —Señorita Serena Smith ¿Acepta usted por esposo al señor Will James?— Lo único que escucho es que hay un error en mi apellido, no digo nada, y el hombre a mi lado carraspea de forma molesta.
Estoy aun en shock me cuesta responder, las manos me sudan y mi yo interior me dice –Aun tienes tiempo de echarte para atrás, y salir corriendo. —Pero no puedo hacerlo, de eso depende la vida de Alonso.
Me hacen la pregunta por segunda vez, y boqueo antes de dar mi respuesta, lo bueno es que nadie puede ver mi cara debajo del enorme velo que me colocaron, es que aun no puedo creer que me este casando
El hombre carraspea nuevamente a mi lado, para que responda, ni siquiera he tenido el valor para voltear a verlo, sin embargo respondo firmando de esa forma una sentencia—Acepto. — pronuncio con la voz quebrada.
—Puede besar a la novia. — Le dice el sacerdote y mi “esposo” levanta el velo que me cubre el rostro, su mirada es de absoluta sorpresa y por supuesto que también estoy sorprendida con su aspecto, es un hombre extremadamente atractivo ¿Por qué necesitaría un matrimonio por contrato?
Puedo ver en sus ojos algo mas, mientras no dejo de parpadear atacada por los nervios, desprecio algo que no puede disimular ni con esa sonrisa hipócrita que tiene, creo que lo nuestro es odio a primera vista, apenas roza mis labios y sé que todo lo que dure este matrimonio será una tortura para mí…
Cuando termina la ceremonia, el señor que me llevo del brazo luce consternado, no soy la persona que él esperaba, estoy tan seria como el hombre a mi lado, en lugar de estar en una boda parecemos los asistentes a un funeral.
Nos toman unas fotos, la señora, Danielle me ve de forma amenazante, tengo miedo de lo que pueda hacerme, es una mujer peligrosa, por lo que finjo una sonrisa como si estuviese conforme con lo que está pasando, sin embargo el hombre a mi lado, no finge, no sonríe en ningún momento.
El señor en silla de ruedas se acerca a nosotros y sonríe ofreciéndome la mano—Bienvenida a la familia James. —
—Gracias. — Es lo único que puedo responder y en un susurro.
—Hija tu ropa esta en tu nueva casa, espero seas muy feliz con tu esposo, tu padre y yo te vamos a extrañar muchísimo. — No puedo evitar mirarla con incredulidad, estoy consternada, esa señora y yo no somos nada, hasta ayer ni siquiera sabía de su existencia y me llama hija, no puedo creer lo descarada que es.
—Madre, necesito hablar contigo. — Le digo entre dientes, si ella no me hace caso les diré a todos la verdad, ella me manipulo para que me casara con ese hombre que parece detestarme, eso me alegra porque lo más seguro es que no quiera nada conmigo, lo sé por la forma en que me mira como si yo fuese un bicho raro, como si le diera asco.
—Siento no hacerte la fiesta que te mereces, la boda de tus sueños pero ya ves, tú nuevo abuelo no está en condiciones, para una celebración de esa magnitud, ojala Dios le repare larga vida y más adelante este en condiciones para una ocasión tan especial como esa — Expresa con voz cantarina, mientras yo empuño mis manos molesta, quisiera salir corriendo he aquí, todo es una gran mentira, y se que en algun momento saldre perjudicada por todo esto.
—Madre la fiesta es lo de menos, sabes muy bien que no me importan esas cosas. — Le respondo en voz alta, para que me preste atención, si no soy capaz de soltar la lengua aquí misma y acabar con toda esta farsa.
—Me dijeron otra cosa de ti. — Expresa con voz profunda mi esposo, viéndome con dureza, como acusándome de algo, que ni yo misma se, parece que la única que no sabe nada de nadie soy yo, estoy en medio de extraños.
—Pues le mal informaron. — Le respondo, aparentando frialdad evitando el contacto de sus ojos, sus penetrantes ojos grises, no puedo creer que este casada con semejante hombre, su cara fuese perfecta si no tuviese el ceño fruncido de forma perenne a él le desagrada tanto este matrimonio como a mí, estoy segura, pero no entiendo ¿Por qué accedió a esta locura? Yo no tuve opción ¿Pero él?
—Ya veremos. — Responde él, me responde nada convencido, sacándome de mis cavilaciones, mi cabeza es un caos de teorías en este momento, no sé cuales son los motivos de esa señora para traerme acá.
—Vámonos a casa, estoy algo agotado, discúlpame por no recibirte como te mereces. —Se disculpa el anciano de la silla de ruedas, esta increíblemente pálido, parece que le faltase el aire
—No tiene de que preocuparse, por eso, tal vez mas adelante hagamos algo intimo. — Le respondo siguiendo la corriente, eso fue lo que me ordeno que hiciera la mujer esa, que sonríe complacida por mi respuesta.
—No olvides llamarme por teléfono, te extrañaremos mucho en casa. — Me dice mi supuesta madre con una sonrisa ¡Ni siquiera tengo idea en donde vive esa descarada!, mucho menos tengo el número de teléfono de esa señora creo que está loca, el hombre a su lado nos mira con dureza, parece que esta tan sorprendido como yo por todo lo que está pasando, ese que debe ser para todos “mi padre”
Will JamesNo puedo creer que aun después de muerta, la dama de rojo siga jodiendome la vida, ahora a través de Ana, es como si su espíritu saliera de la tumba para amargar mi existencia.—Peinen la zona, no puede estar tan lejos. — Doy la orden a gritos, me desespera ver a Serena llorando como una niño desvalido entre nosotros, no me deja pensar bien.—Si señor. — Responden—Comuníqueme con el presidente inmediatamente, Ana no tiene idea de con quien se está metiendo. — Expreso serio.—Will hoy hablamos por horas, ¿qué te hace llamarme con tanta urgencia?— Cuestiona el presidente.—Mientras hablábamos una mujer secuestro a todos mis hijos, necesito todas las fuerzas a mi servicio en este momento. — Le comunico.—Eres el ministro de defensa del país, todas las fuerzas armadas del país están a tus servicios, haz lo necesario... Responde mi jefe directo.—Gracias señor. — Respondo.—Comuníqueme con todos los generales encargados de cada cuerpo de las fuerzas armadas. — Ordeno a mi asist
Serena SmithPasa medio día, Will se encierra a hablar con el presidente y comienzo a ponerme nerviosa cuando llama al doctor Smith y no me contesta el teléfono, presiento que algo muy malo está pasando.Yo nunca me equivoco con las personas se que él es un buen hombre, ya tiene meses viviendo con nosotros y ha tratado a mis hijos de forma tan afectuosa que se gano el corazón de todos, incluyendo a Will.Camino de un lado a otro nerviosa en la sala de la mansión, queriendo comerme las uñas de las manos— ¿Qué sucede?— Cuestiona Will cuando sale de su oficina.—Los niños no regresan y el doctor no responde al teléfono. — Le digo con voz quebrada.—Es temprano. — Me responde el.—Pero siento acá que algo malo está pasando. — Le respondo tocándome el pecho.—Maldición. — Responde Will y comienza a llamar a nuestra seguridad, ellos se llevaron un solo guardaespaldas para todos.—Tengo miedo. — Le digo con vergüenza de que fui yo la que metió ese señor en mi casa.—No te preocupes, los trae
Serena Smith Nunca pensé en mi vida que un día seria dueña de una de las clínicas más prestigiosas del país, la vida da muchas vueltas, apenas soñaba con ganarme el pan del día a día, han pasado cuatro años desde la muerte de mi hermana, hoy es un día muy especial para mí, porque hoy sale de la cárcel el doctor Smith, el no tiene idea de lo que verdaderamente paso con Ángela, y nunca voy a decírselo. Atiendo a todos mis pacientes mirando la hora con ansiedad, yo soy la persona más cercana a él y voy a recibirlo, en todos estos años he vivido una vida normal... El problema está dentro de mi cabeza ahora pero no lo admito. Cada vez que alguien se me acerca me siento nerviosa, además siento que alguien me observa, no le cuento a Will para que no piense que me estoy volviendo loca, incluso tengo miedo de que eso me ocurra... Tanto mi hermana como mi madre terminaron mal de la cabeza. Apenas termino mi trabajo voy a buscar al doctor a la entrada de la clínica, debe saber que no está sol
Serena JamesWill no puede comprender mi dolor, ni siente empatía por mí sufrimiento, decido hacerle un funeral a mi hermana y a Wilson también, sé que él nos hizo daño, pero al final el estaba haciendo exactamente lo que hizo Will, para separarme de él un tiempo atrás.Y él en caso de mi hermana paso muchas cosas en muy poco tiempo, se que la persona que actuó de esa forma no era ella, porque no estaba en sus cinco sentidos, por lo que le pido le suplico que no divulgue nada de lo ocurrido en Italia, solo quedo como que la dama de rojo nos ataco nuevamente, entonces el ministro ordeno prohibir la comercialización del libro en todo el país ya que es peligroso para las personas.El día del entierro asiste mucha gente a darme el pésame, también asiste Abel aunque estaban en proceso de divorcio me costa que él la amaba con todo su corazón, el doctor Smith sale de la cárcel con un permiso especial para asistir al entierro de su hija, el corazón se me rompe en pedazos al verlo llorar devas
Will James.No voy a permitir que le hagan daño a mi familia, pienso mientras termino de leer el libro de porquería que escribió Ángela, es peligroso escribir este tipo de cosas con tanta gente mal de la cabeza, mientras mi familia duerme hago los arreglo pertinentes para trasladarlos a mi lugar seguro.No pegue un ojo en toda la noche, pensando en la forma de mantener a mi familia a salvo no podría vivir si algo le pasa a Serena o a nuestros hijos, por un momento pensé que era el fin de la pesadilla cuando esa mujer decidió quitarse la vida, pero estaba muy equivocado.Comienzo a arreglar las maletas por mí mismo, a veces alejarse es lo más prudente, cuando serena despierta, estoy tomándome un café –Luces terrible. — Susurra, estirándose de forma perezosa en la cama, gracias a Dios nuestro pequeño durmió casi toda la noche, recuerdo que con Hope casi no podíamos dormir.—Necesito que te arregles lo más rápido posible. — Ordeno y ella se queda por un momento sin palabras.— ¿Y qué vam
Will JamesHay cosas que uno no puede recuperar, pero a pesar de todo hay mucho por lo cual estar agradecido, no estuve presente en el nacimiento de mi segundo hijo, pero lo veré crecer y tratare de ser su mejor ejemplo a seguir, pienso mientras estoy dándome un merecido baño en la comodidad de mi casa.Serena entra al baño con la intención de ayudarme y se me seca la garganta, estoy loco por hacer el amor con ella, pero ya me advirtió que no se podía, porque nuestro hijo acaba de nacer hace muy poco.—Te extraño mucho. — Susurro mirándola a los ojos, Serena se de todos los colores, me muerdo los labios sé que no estoy en mi mejor momento, tomo la cuchilla para afeitarme sintiéndome por un momento rechazado.Ella me la quita de las manos— Déjame hacerlo yo. — Murmura y me empuja para hacerme sentar sobre el sanitario, trato de respirar de forma pausada no sabe lo mucho que me afecta su cercanía en Este momento.Se sienta a horcajadas sobre mi y comienza a despejar mi rostro de lame s
Último capítulo